Las habitaciones contaban con aire acondicionado y WiFi gratuito, además de un televisor de pantalla plana y un baño privado. Cada mañana se servía un delicioso desayuno continental que alegraba el inicio del día. disfrutamos de una variedad de platos españoles en el restaurante.

Un poco lejos de la ciudad.

La estancia fue satisfactoria. La habitación era cómoda y estaba limpia. Cada mañana servían un desayuno con pan del pueblo que me recordó a mi infancia en Andalucía. La familia que lleva el lugar es amable y siempre está dispuesta a ayudar. Lo mejor fue la comida casera del restaurante, donde probé platos tradicionales que estaban bien cocinados.

La conexión WiFi no era muy estable y el aparcamiento fue complicado, especialmente al llegar de noche.

Instalaciones impecables, ubicación ideal para las lagunas, actividades culturales locales

El Wi-Fi es irregular y es frustrante intentar conectarse para trabajar!!! Además, la escasez de aparcamiento puede ser un verdadero dolor de cabeza durante la temporada alta. ¡Me gustaría ver más opciones para el transporte público!!!

Empatía y amabilidad del personal.

El hotel ofrece una atención excepcional, con un desayuno adaptado a nuestras necesidades como amantes de la observación de aves, comenzando a las 6:45 AM. Las habitaciones son cómodas y muy limpias, y la comida casera del restaurante es deliciosa, especialmente la carne curada. No obstante, la falta de ascensor puede ser un inconveniente para quienes tienen problemas de movilidad, y el aparcamiento puede complicarse en horas puntuales.

Un lugar encantador para desconectar

Estuvimos una noche y la verdad, el sitio es una joya. La habitación era muy cómoda, la cama enorme y todo super limpio. Jose y Tere son geniales, siempre dispuestos a ayudar. Lo mejor, el desayuno. Tienes pan del pueblo, fruta fresca y todo lo que quieras. Solo un pequeño problemilla, el aparcamiento es un poco complicado, especialmente si llegas tarde.

El lugar es encantador, con habitaciones limpias y todo muy nuevo. Las cenas son una maravilla, de esas que te hacen dudar entre comer o quedarte de pie en la mesa.

Vamos, que no hay ascensor! Así que si llevas maletas, prepárate para un mini gimnasio improvisado.

el servicio en el altejo fue excepcional, adaptándose a nuestros horarios con un desayuno completo y delicioso. cada día, disfrutamos de comidas caseras en un ambiente acogedor y atención personalizada que hizo nuestra estancia muy placentera.

falta de ascensor para pisos altos.

Hotel acollidor amb un tracte excel·lent per part dels propietaris. Habitació neta, agradable i ben equipada. El dinar, un festival de sabors casolans que et deixa amb ganes de més. Una recomanació per segur, com a casa. No és fàcil aparcar, però val la pena!

Fue una opción decente para una estancia temporal en Manganeses de la Lampreana con un buen precio. La atención del dueño fue muy buena, se adaptó a nuestro horario para el desayuno y eso se agradece un montón. Si van en enero, asegúrense de encender la calefacción antes de ir a dormir, calienta rápido.

habitación grande con baño espacioso

comodidad, comida casera

falta de ascensor

El hotel Altejo en Manganeses de la Lampreana fue una experiencia maravillosa. La habitación era amplia, muy cómoda y contaba con aire acondicionado, una gran cama y todo limpio, lo que facilitó mucho la estancia. Además, disfrutamos de un desayuno delicioso, con pan del pueblo, fruta fresca y mucho más. La atención de los dueños, José y Tere, fue excepcional, siempre dispuestos a ayudar y hacer que nuestra estancia fuera memorable. se nota que el restaurante ofrece comida casera con un menú variado y de calidad, ¡nos encantó!

El aparcamiento es algo complicado, especialmente si llegas en horas tardías. Aunque hay opciones cerca, resulta un poco estresante buscar un lugar. Además, el hotel no cuenta con ascensor, así que ten esto en cuenta si llevas mucho equipaje.